Mercurio
La
sonda Mariner 10 demostró que Mercurio, contrariamente a lo que se
creía, tiene una atmósfera, muy tenue, constituida principalmente por
helio, con trazas de argón, sodio, potasio, oxígeno y neón.
La presión de la atmósfera parece ser sólo una cienmilésima parte de la presión atmosférica en la superficie de la Tierra.

La presión de la atmósfera parece ser sólo una cienmilésima parte de la presión atmosférica en la superficie de la Tierra.
Los átomos de esta atmósfera son muchas veces arrancados de la superficie del planeta por el viento solar.
Venus
La
temperatura no varía de forma significativa entre el día y la noche. A
pesar de la lenta rotación de Venus, los vientos de la atmósfera
superior circunvalan el planeta en tan sólo cuatro días, alcanzando
velocidades de 360 km/h y distribuyendo eficazmente el calor. Además del
movimiento zonal de la atmósfera de oeste a este, hay un movimiento
vertical en forma de célula de Hadley que transporta el calor del
ecuador hasta las zonas polares e incluso a latitudes medias del lado no
iluminado del planeta.
La
radiación solar casi no alcanza la superficie del planeta. La densa
capa de nubes refleja al espacio la mayor parte de la luz del Sol y gran
parte de la luz que atraviesa las nubes es absorbida por la atmósfera.
Marte
La débil
atmósfera marciana produce un pequeño efecto invernadero que aumenta la
temperatura superficial unos 5 grados, mucho menos que lo observado en
Venus y en la Tierra, que tienen más gases de efecto invernadero y por
eso su temperatura es más cálida.
En las latitudes extremas, la condensación del dióxido de carbono forma nubes de cristales de nieve carbónica.
Júpiter
En
la parte alta de la atmósfera se observa una circulación atmosférica
formada por bandas paralelas al ecuador, en la que puede encontrarse la
Gran Mancha Roja, que es una tormenta con más de 300 años de antigüedad.
Se
observan nubes de diferentes colores que refleja, que se forman a
distintas alturas y con diferentes composiciones. Júpiter tiene un
potente campo magnético que provoca auroras polares.
La
atmósfera de Saturno posee bandas oscuras y zonas claras similares a
las de Júpiter, aunque la distinción entre ambas es mucho menos clara.
Hay fuertes vientos en la dirección de los paralelos. En las capas altas
se forman auroras por la interacción del campo magnético planetario con
el viento solar.
El planeta Urano cuenta con una gruesa atmósfera formada por una mezcla de hidrógeno, helio y metano, que puede representar hasta un 15% de la masa planetaria y que le da su color característico.
Plutón
posee una atmósfera extremadamente tenue, formada por nitrógeno, metano
y monóxido de carbono, que se congela y colapsa (choca) sobre su
superficie a medida que el planeta se aleja del Sol. Es esta evaporación
y posterior congelamiento lo que causa las variaciones en el albedo del
planeta, detectadas por medio de fotómetros fotoeléctricos en la década
de 1950 (por Gerard Kuiper y otros). A medida que el planeta se
aproxima al Sol, los cambios se hacen menores. Los cambios de albedo se
repiten pero a la inversa a medida que el planeta se aleja del Sol rumbo
a su afelio.
Saturno
Urano
El planeta Urano cuenta con una gruesa atmósfera formada por una mezcla de hidrógeno, helio y metano, que puede representar hasta un 15% de la masa planetaria y que le da su color característico.
Neptuno
La
atmósfera de Neptuno está formada por hidrógeno, helio y un pequeño
porcentaje de gas metano, que le proporciona el color azul verdoso. Sus
partículas están levemente más separadas de lo que deberían estar por
causa de la temperatura, que es de -200 °C, semejante a la de Urano, que
está ubicado más cerca del Sol, por lo que se estima que tiene una
fuente interna de calor.
Plutón (Planeta enano)

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